Lecciones del caso Blablacar: empresario, innova o muere
De acuerdo a una sentencia (hoy recurrida) del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid la empresa BLABLACAR no realiza actividad de transporte sino más bien una actividad propia de una sociedad de la información (como la que realizan las redes sociales). La moraleja es clara: si una empresa no satisface necesidades ni resuelve problemas de los usuarios tan bien como lo puede hacer otra, corre el riesgo de perder cuota de mercado o, incluso, desaparecer.